71° Aniversario de la República Popular de China

«Cuadro del Presidente Mao Tse Tung, Puerta de Tiananmén, Pekín, Republica Popular China»

“La lucha de clases, la lucha por la producción y la experimentación científica son los tres grandes movimiento revolucionarios para construir un poderoso país socialista”

Mao Zedong

El 1° de Octubre se conmemora la fundación de la República Popular China, un evento de suma importancia en la historia del proletariado mundial. China se encontró desde mediados del Siglo XIX bajo la humillación de las invasiones extranjeras iniciadas con la Primera Guerra del Opio en 1839, lo cual llegó a su punto máximo con la Segunda Guerra Sino-Japonesa entre 1937 y 1945. Luego de esto, las fuerzas del Ejército Popular de Liberación, formadas y dirigidas por el Partido Comunista de China y encabezadas por el camarada Mao Zedong, lograron imponerse sobre el corrupto Kuomintang en el continente y pudieron iniciar así la construcción del Socialismo.

Con el advenimiento del poder obrero y popular en China, el pueblo chino y su Partido Comunista debieron enfrentarse al atraso que el Feudalismo, la ocupación extranjera y el régimen del Kuomintang dejaron en el país, el cual se encontraba aún más atrasado que la Rusia Zarista o inclusive Francia antes de 1789, por lo cual se implementó la política de Nueva Democracia como método para la construcción del Socialismo en China, es decir, poner en práctica la Teoría de la Revolución Ininterrumpida de Marx y Engels, en donde el Proletariado debe tomar el poder político en un país aún si las tareas políticas y económicas del Capitalismo no se han cumplido, lo cual significa poner al Proletariado a presidir esta fase de desarrollo histórico, domesticando a la naciente Burguesía que el régimen Feudal no permitió alcanzar su desarrollo histórico, siendo así la forma que tomó la Dictadura Democrática Popular en China.

En primera instancia, la Unión Soviética, dirigida por el camarada Stalin, le proporcionó a China todo el apoyo necesario para que se desarrollara en consonancia con los desarrollos del Socialismo en la URSS, proceso que se vio truncado con la muerte del camarada Stalin en 1953 y la celebración del XX Congreso en la URSS, lo cual obligó a la dirección del Partido Comunista de China a tomar nuevos rumbos sin este precioso apoyo tecnológico y económico extranjero, inaugurando los Años de Pasión Ardiente entre 1958 y 1961, el cual constituye un intento apresurado para acabar con el atraso tecnológico del país, el cual sin embargo, no dio los resultados esperados debido a que se cimentó en un entusiasmo exacerbado que rápidamente demostró ser un camino inadecuado. Aún así, el país jamás dejó de desarrollarse durante este periodo, a pesar de las catástrofes climáticas que debió enfrentar la naciente República Popular y la insuficiencia de las soluciones adoptadas.

Una vez superado este periodo, el país se embarca en la Revolución Cultural durante los años 60’ y 70’, un intento por reformar a la sociedad china desde sus cimientos espirituales en base a una modificación de las pautas culturales del país y la movilización de masas, que sin embargo tampoco consiguió los resultados esperados por la falta de desarrollo de las fuerzas productivas, lo cual impedía el correcto desarrollo del Proletariado en un país eminentemente campesino, sin menoscabar por ello los importantes desarrollos a nivel cultural y social que ocurrieron en este periodo tal como la eliminación del analfabetismo.

En este contexto, el camarada Zhou Enlai propone las Cuatro Modernizaciones en Enero de 1963, pero que debido al caldeado ambiente de la Revolución Cultural, no pudieron comenzar a ser implementadas sino hasta que el camarada Deng Xiaoping asumió la dirección del país e inició el Periodo de Reforma y Apertura a partir de Diciembre de 1978 con la 3ra Sesión plenaria del XI Comité Central del Partido Comunista de China.

Desde entonces, el arduo trabajo de desarrollar las fuerzas productivas no cesó hasta el día de hoy. Se demolieron montañas, se construyeron caminos y se inició la domesticación del mercado planificado en apoyo a la economía central planificada y la absorción de las tecnologías desarrolladas en Occidente gracias a las inversiones extranjeras que eran aceptadas desde ese momento, no para permitir que China fuera explotada y oprimida como antes de 1949, sino que para poder colocar a China en el sitial de las principales potencias mundiales, asegurando de ese modo la soberanía nacional. Las Cuatro Modernizaciones permitieron que este proceso, lento pero eficaz, pudiera terminar de sacar al país del atraso, pues luego de los periodos previos de aprendizaje, la dirección del Partido Comunista de China pudo encontrar el camino adecuado para construir el Socialismo con Características Chinas.

«
Las multitudes se alinean en el central distrito comercial de Nanjing Road el fin de semana del Primero de Mayo en Shanghai, China, 02 de mayo de 2004.»

La promoción de la privatización de ciertas parcelas, anteriormente colectivas, permitió que el campesinado acumulase capital que pudo ser invertido en el desarrollo de las fuerzas productivas bajo la fórmula Leninista de “un paso atrás y dos adelante”. La apertura de la industria hacia la inversión extranjera, la segunda modernización, permitió que el capital extranjero y su tecnología se asentaran en China y los pueblos de China pudieran aprender a usar estas herramientas que les ofrecían los inversionistas extranjeros, que han dado sus frutos al colocar a la República Popular China en una posición de ventaja con respecto a los decadentes Imperialistas, cuyas economías se hunden mientras que la economía china prospera y ofrece una perspectiva de desarrollo internacional ajena a este sistema decadente y opresivo.

La reintroducción de los grados militares y la pacificación de las Guardias Rojas, que liberaron sus pasiones y excesos ultraizquierdistas durante la Revolución Cultural, puestas bajo control del Ejército Popular de Liberación, permitieron la modernización del EPL, logrando que este se pusiera a la par con los Ejércitos extranjeros más avanzados en estos 40 años de Reforma y Apertura. Finalmente, la cuarta modernización consistió en una fuerte inversión en ciencia, tecnología y educación, así como el envío de estudiantes al extranjero para poder aprender los manejos adecuados de las tecnologías desarrolladas por el Occidente Capitalista a lo largo de varios Siglos. Todo esto permitió que la República Popular China desarrollara su potencialidad para impedir ser sometidos a un nuevo Siglo de la Humillación.

Actualmente, el gobierno del camarada Xi Jinping se ha dedicado a fortalecer las inmortales tradiciones del Socialismo con Características Chinas, eliminando la pobreza extrema y la miseria en los últimos años en su totalidad, así como consolidar lo que se ha conseguido desde los primeros años de la República Popular China, con sus aciertos y sus errores, pero que la experiencia y el amor por el pueblo han logrado corregir y fortalecer, sin claudicar jamás en la construcción del Socialismo con Características Chinas.

Xi Jinping, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China, presidente de la Comisión Militar Central​ y, desde 2013, presidente de la República Popular China.

Desde sus primeros días, la República Popular China se transformó en el baluarte de los pueblos de China para el desarrollo de los derechos civiles, colectivos e individuales, de las personas que viven en aquella milenaria patria. El apoyo internacionalista a Corea, a Vietnam, la liberación de las mujeres eliminando el vendaje de pies y el matrimonio feudal, la liberación de los siervos y de los obreros, el desarrollo de armas nucleares, el desarrollo de un programa espacial muy fecundo y la aceptación de las inversiones extranjeras para domesticar las fuerzas infernales del Capitalismo a beneficio del pueblo, de su defensa y de su seguridad, no solo en China, sino que en el resto del mundo también, han sido la marca indeleble de la Revolución China, la cual ha permitido que este país se asiente en las organizaciones internacionales, tales como la ONU o la OMC, y que de ese modo se pueda abrir para los pueblos del mundo una era de protección de sus derechos en base a la fortaleza de China y el terror que inspira dicho poderío en los Imperialistas sedientos de sangre que amenazan constantemente a los pueblos que buscan su soberanía.

La dirección de Xi Jinping ha conseguido cristalizar todos estos triunfos, desarrollando la energía solar, hidroeléctrica y nuclear, la robótica, la medicina que ha permitido a la RPC superar exitosamente la Pandemia del SARS CoV-2, la computación y la cibernética con el desarrollo de la tecnología 5G o las novísimas armas LASER y cañones electromagnéticos que se encuentran en fase de pruebas, transformando a la RPC en una potencia tecnológica, social y cultural de primer orden, permitiendo el ascenso del Socialismo con Características Chinas a una nueva era a partir de las nacionalizaciones y extensión del control Estatal sobre el mercado anunciadas en Septiembre de 2020, ingresando a la última fase del Desarrollo a 100 Años que acabará con el despliegue del Socialismo ya finalizado en 2049.

El Siglo XXI es el Siglo del Socialismo, el cual tendrá al Socialismo con Características Chinas como su rompehielos, poniendo de rodillas a los Imperialistas de una vez por todas, haciendo justicia a los pueblos oprimidos, saqueados, violados y exterminados a lo largo de tantos Siglos, tal y como lo ha conseguido el Partido Comunista de China dentro de sus fronteras, en defensa de la paz, la libertad y los derechos individuales y colectivos de las personas, poniendo siempre la felicidad y prosperidad del pueblo ante cualquier objetivo.